El apagón
29/04/2025

El 28 de abril de 2025, un apagón eléctrico dejó a España, Portugal, Marruecos y el sur de Francia sin energía y sin comunicaciones.

Eran las 12:30 de la mañana aproximadamente, y en España se fué la luz. Casi todo el mundo, en primer lugar, lo tomamos como un simple apagón o incidencia doméstica y nos desplazamos hasta la entrada de nuestras casas a comprobar los fusibles o contadores. Para nuestra sorpresa, todo estaba en orden, entonces, intentamos contactar con nuestros familiares a los pocos minutos, viendo que no volvía la luz.

Durante algunos minutos más, pudimos enviar algunos mensajes, pero luego ya no fue posible, y pasaron algunas horas y todavía seguíamos sin luz. Poco a poco, fuimos escuchando rumores o información a pie de calle, de que en algunas partes de la ciudad tampoco había luz; y lo peor aún, llegaban rumores que en otras ciudades de España tampoco había energía, por lo que nuestra imaginación empezó a pensar en todo tipo de situaciones: sabotaje, guerra mundial, hacking de redes, etc.

No se conocía en España un hecho similar, y tantas horas de incertidumbre dieron lugar a un amplio despliegue de imaginación popular para pasar el rato y para intentar informarse en la época actual de móviles y redes sociales. En mi caso particular, tengo una radio FM que funciona con energía solar, y pude mantener las noticias en continuo funcionamiento mientras comíamos frío, sin poder cocinar.

Muchas personas salieron a la calle, a comprar agua y comida, aunque ningún supermercado funcionaba y había que pagar en efectivo, salvo en una conocida cadena de supermercados que se mantuvieron varias horas abiertos con generadores y pago con tarjeta. También acudieron a bazares, donde arrasaron con pilas y baterías, para los antiguos radios FM que aún conservaban.

Hasta pasadas seis horas, el gobierno no se pronunció, aunque no indicó gran cosa, puesto que los motivos, un par de días después, no se conocen al completo, se habla de una caída en los suministros de energías renovables, que provocaron a su vez la caída de las energías convencionales. Este hecho, lejos de ser una mera casualidad, podría volver a suceder en el futuro por el modelo energético de nuestro país, y tampoco es el motivo de la caída, según fuentes oficiales.

En Sevilla, mi ciudad, se pudieron ver algunas postales muy curiosas:

La giralda
La Giralda, en penumbra, desde la Plaza de San Francisco. Antonio Pizarro.

La Torre del Oro
La Torre del Oro, desde el puente de San Telmo. Antonio Pizarro.

Personas pernoctando
Personas pernoctando en la estación de Santa Justa. Antonio Pizarro.

Joven tomando cerveza
Un joven toma una cerveza en la calle Alemanes. Antonio Pizarro.

La fachada del Banco de España
La fachada del Banco de España, con la única luz de los faros de un coche. Antonio Pizarro.

Colas en la heladería
Colas en una heladería de la Avenida de la Constitución. Antonio Pizarro.

Dos mujeres paseando
Dos mujeres caminan por el puente de San Telmo. Antonio Pizarro.

Otras imágenes y crónicas del día de El Apagón

Otros relatos en Substack

En Substack también se han leído algunos relatos interesantes y que recomiendo sobre "El apagón":

El apagón: garbanzos, incertidumbre y desinformación
Miguel García Álvarez. Mapas Milhaud.

[...] Volví a consultar los mensajes en el móvil y vi que tenía amigos de toda España que afirmaban no tener luz. De hecho, nadie decía lo contrario. Me metí en Bluesky y estuve tanteando el panorama. Parecía que Red Eléctrica de España ya confirmaba que la avería era gorda y que se tardaría en recuperar el sistema. Vi que tenía un mensaje de mi madre diciendo que estaba preocupada. Sin nada más que hacer, y habiendo sido uno de los pocos españoles que comió anteayer caliente, decidí darme un paseo e ir a ver qué tal andaban mis padres.

Pequeño apocalípsis
Jorge Matías. La lepra emocional.

[...] Volví a la calle porque me llegaban desde el portal ecos de conversaciones vecinales más bien distendidas, aunque preocupadas. Sentí la necesidad de cotillear, ya que no podía informarme por ningún medio. Mi último transistor de radio a pilas murió hará unos cuatro o cinco años, así que no sabía qué estaba pasando. Al abrir el portal me encontré con un trabajador que había ido de portal en portal comprobando si había gente atrapada en los ascensores. Preguntó si sabía de alguien que se hubiera quedado atrapado. Una vecina que bajó en ese momento le dijo que creía que no. Yo no supe qué decir, vivo en un primero y no suelo utilizarlo nunca. El hombre entró e hizo las comprobaciones necesarias. No había nadie atrapado, a pesar de los once pisos que hay en el edificio, pero el tipo aseguró que había tenido que sacar a algunas personas en otros. Le pregunté si la avería era solo en el barrio, en Madrid o cómo. Me contestó que en toda España.

Tecnodependencia
Javier Jurado. Ingeniero de letras.

[...] El apagón de hoy en toda España será todo lo anecdótico que pueda considerarse, junto a una nevada histórica colapsante como la de Filomena, o una pandemia mundial como la del COVID. Pero a poco que uno se detiene en casa y medita sobre el día, sin ruidos ni interrupciones, ve en esa oscuridad que va entrando en casa el proceso acelerado de tecnodependencia que nos abriga y nos malcría, que nos protege y nos estupidiza, que nos cuida y nos aísla, que nos potencia y nos empequeñece.

El apagón
Rocío. Poeta de aldea.

[...] En las zonas comunes de la urbanización se reúnen los vecinos. Al menos tenemos esa tribu. Una red de apoyo que puede hacernos la vida más fácil en caso de necesidad. Cuidar de nuestros hijos mientras hacen un recado. Ayudar a subir y bajar escaleras. Tocar a su puerta sin avisar y comprobar que están bien. Pienso en todos aquellos que no lo tienen tan fácil. En las personas que estarían en una sala de operaciones de un hospital. Personas que necesitan oxígeno para vivir. Que no tienen movilidad para subir y bajar escaleras. Que necesitan que los lleven a diálisis. Personas preocupadas por las medicinas que necesitan nevera. En mi caso, creo que tiraré el colirio de acetil cisteína. Tantas historias diferentes están sucediéndose en este momento, mientras yo, desde la tranquilidad de mi salón, escribo esto.

¿Tiene usted tres minutos para hablar de... El Gran Apagón?
Raül de Tena

[...] Pero bastó con salir a la calle y doblar una esquina para toparme con un panorama totalmente diferente… Bares con las terrazas abarrotadas, colas kilométricas en los cajeros de los bancos, paradas de bus hasta los topes, muchísima gente correteando de un lado a otro de la ciudad de la forma más inaudita posible: sin la frente metida en sus móviles, sino con la cabeza levantada y haciendo contacto ocular con el resto de personas a su alrededor. Más inaudito todavía: la gente se detenía espontáneamente en medio de la calle para charlar con gente a la que probablemente no conocieran pero que pudieran tener más información que ellos sobre lo ocurrido.

Porción de pastel 5€
Foto de Raül de Tena.


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